ANDALUCÍA
UGT pagó comidas de su congreso con subvenciones para otros fines
Día 06/05/2013 - 09.12h
Troceó en tres recibos el servicio de catering para cargarlo a proyectos costeados con dinero público
El día que UGT Andalucía decidió seguir hacia delante y no mover ni una coma en sus pretensiones de reducir personal aplicando la reforma laboral, abrió la caja de Pandora. No sólo dejaba a más de sus 200 empleados con la sensación de la traición por verse despedidos; la organización sindical abría también la puerta a su cocina interior.
Entre la documentación que tienen en poder los trabajadores despedidos están los gastos que generó el IX Congreso de la UGT-A, celebrado entre el 9 y el 11 de septiembre de 2009, en el que salió reelegido Manuel Pastrana por última vez. Este cónclave ugetista tuvo un coste de 74.796,48 euros sólo en comidas.
Así consta en la factura que emitió la empresa Abades. Ese gasto fue cargado en gran parte a dos proyectos subvencionados con dinero público relacionados con la prevención laboral y la cooperación sindical internacional. Es decir, se utilizaron recursos aportados por las administraciones para costear gastos propios del sindicato.
La factura que emitió la empresa responsable del servicio de hostelería fue despiezada en tres. Una, por importe de 4.200 euros a cargo de unas jornadas sobre cooperación sindical al desarrollo Andalucía-Latinoamerica; una segunda, por valor de 32.909 euros que se justificó, como gastos generados por la presentación de la campaña «La prevención llega hasta aquí». Sólo la tercera factura, por valor de 37.461 euros, se emitió como servicio de comidas por el 9º Congreso.
La mitad del coste en este capítulo de almuerzos, cenas y desayunos no fue costeado con fondos propios del sindicato sino que fue subvencionado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional de Desarrollo. El número de comensales varía ostensiblemente de un día para otro. A esa cita estaban convocados unos 500 delegados. Sin embargo, el primer día se sirvieron 900 comidas y el segundo, 696. No sólo hubo delegados sentados en las mesas, sino también invitados, trabajadores del sindicato o contratados para la celebración del evento, que contó con una sala VIP donde se sirvieron aperitivos, desayunos y bebidas sólo al alcance de un reducido número de sindicalistas.
COMENTARIO:
Me parece poco ético que UGT Andalucía siga adelante con la suspensión de puestos de trabajo y se dedique a cargar los gastos de comida con dinero público alegando para ello que se deben a gastos propios de los sindicatos. Además, para que no se notara tanto, dividieron la factura en tres para compensar así los gastos y los cargaron, cada uno de ellos, a una fuente distinta como es el caso de la primera factura que fue destinada a cargo de unas jornadas sobre cooperación sindical al desarrollo de Andalucía- Latinoamérica con un importe de 4.200 euros.
Según mi opinión, el principio de transparencia en esta noticia esta ausente puesto que lo que están haciendo es enmascarar los gastos de comidas y no me parece que esté actuando de manera correcta sino más bien poco ética y moral al haber despedido a más de 200 empleados y no prescindir de estas comidas. Tienen que ser coherentes con sus actos y no lo han echo.
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