25/01/2014
El Lyubov
Orlova es un crucero ruso de 237 pasajeros y 100 metros de eslora, en
estos momentos navega sin ningún tripulante, y parece ser que se aproxima a las costas de Reino
Unido.
Esta sorprendente historia comienza en
2010, cuando el crucero, construido en Yugoslavia en 1976, es confiscado por
las autoridades de Canadá, tras la demanda de una empresa de viajes a los
dueños rusos del barco al haber cancelado un crucero, y querer recuperar los
costes del viaje. El barco estuvo durante dos años en un puerto de Terranova, y
luego se vendió a una empresa que trabaja en la chatarra de navíos. El nuevo
dueño intentó remolcarlo hasta Santo Domingo, pero los amarres con el Lyubov
Orlova se rompieron, y las autoridades canadienses ordenaron al
remolcador que volviera a puerto sin el barco. Ahora navega a la deriva sin
rumbo, y con un grave e inminente peligro.
Y aunque esta historia parece actual,
los hechos relatados más arriba datan
de febrero de 2013, hace casi un año. Se le siguió la pista, en aquel
entonces, y parecía que se dirigía hacia Irlanda. Luego, al no tenerlo
controlado, se pensó que se había hundido. Pero ahora, han dado otra vez con
él, y han informado que está cerca de la costa británica.
El portavoz de Greenpeace ha
responsabilizado de esta situación
tan grave para el medio ambiente, a las autoridades canadienses por su actitud
de “lavarse las manos”, solo por el hecho de encontrarse el barco en
aguas internacionales. En caso de naufragio liberaría hidrocarburos al océano,
y otros residuos tóxicos. Mientras tanto, sus únicos pasajeros, las ratas, se siguen devorando
unas a otras ante la
ausencia de alimentos.
Comentario personal:
He elegido esta noticia ya que
indagando por noticias me ha llamado muchísimo la atención. En primer lugar, me
parece penoso que a la empresa que compró el barco no se le multe por esta
infracción ya que el barco podría chocar contra cualquier otro barco (ya que
nadie lo dirige) o incluso peor, chocar contra la costa y crear un desastre
vertiendo hidrocarburos y residuos tóxicos al océano. Por otra parte, la mala
gestión de las autoridades Canadienses ha derivado también en esta noticia ya
que ha sido muy irresponsable su actitud de no controlar el barco. No entiendo
como ningún guardacostas fuera capaz de controlalo y llevarlo a la costa. Pero
aún menos entiendo como un año después el barco sigue sin estar controlado.
Amaia López Azcona
4C TSDMK
No hay comentarios:
Publicar un comentario