8 may 2013

Los empleados españoles ven poco éticas las prácticas de sus empresas


El 65% de los empleados españoles afirma que el soborno y la corrupción es una práctica habitual a la hora de hacer negocios en España. Esta es una de las principales conclusiones del informe sobre fraude y corrupción publicado por Ernst & Young.
Otra de las conclusiones que se desprenden del estudio es que el 61% de los trabajadores españoles consultados considera que su compañía hace públicos unos resultados empresariales mejores de lo que son en realidad.
Según publica Europa Press, entre los comportamientos no éticos recogidos en el estudio, destaca también la contabilización de ingresos antes de tiempo, para conseguir los objetivos marcados, o forzar a los clientes a que adquieran, aunque sea innecesario, más stock de productos para alcanzar las cifras de ventas. Ambas prácticas son reconocidas por el 7% de los encuestados.
Fuente: Compromisorse.com
Como puede verse en la noticia, las acciones carentes de ética como la corrupción y el soborno no están únicamente ligadas a la política nacional actual. Las cifras que desprende el estudio son alarmantes. Como puede leerse, el 65% de los empleados afirma que ambas prácticas son algo habitual en el día a día de las empresas españolas y el 61% asegura que las cuentas reflejadas por las empresas no son reales y muestran unos datos que maquillan la verdadera situación.
Estás prácticas son demasiado habituales y las llevan a cabo demasiadas empresas como para pasar por alto este asunto.
Se observa una necesidad urgente de endurecer las normas existentes y crear nuevas con el objetivo de disuadir a las empresas de esta manera de hacer las cosas. Es decir, no solo endurecer las sanciones tanto penales como administrativas sino crear una nueva ley que castigue la mala práctica o ausencia de ética a la hora de hacer negocios.
En mi opinión, la cuestión ética no debería ser algo de lo que las empresas deban presumir (como hacen muchas a nivel de responsabilidad social corporativa, proyectos benéficos con el objetivo principal de mejorar su imagen...), sino algo que deberían aplicar por convicción. La buena práctica (tanto en medios como en fines) debe ser positiva para todos.La ética en la empresa no tiene que ser un instrumento, ni algo que deba costar. Ha de ser una base sobre la que las empresas trabajen. En definitiva algo esencial. 
Si se aplicaran atributos como la transparencia, la sinceridad y el buen hacer, todos saldríamos beneficiados.

Guillermo Rodríguez Montalbán

No hay comentarios: