8 may 2013

Las empresas del Ibex mejoran su ética para luchar contra la corrupción


La mayoría del Ibex 35 cuenta con un código ético o normas de conducta, pero lejos de ser un instrumento estático, sus pautas se revisan periódicamente para introducir mejoras, adaptarlas a las prácticas internacionales, la legislación y elevar el control sobre los riesgos extrafinancieros (éticos, sociales y ambientales).
El fraude, la corrupción y el soborno, la malversación de fondos y el procedimiento sobre entrega y aceptación de regalos son algunas de las conductas que más preocupan a las empresas.
CaixaBank lo revisó en 2011 para actualizar las políticas anticorrupción y la aceptación de regalos de terceros, clientes y proveedores, y Gas Natural lo ha hecho en dos ocasiones desde su aprobación en 2005.
El consejo de FCC aprobó el año pasado la tercera edición del código ético, para alinearlo con la reforma del Código Penal de 2010, que introduce la responsabilidad penal de las personas jurídicas. Con este fin, ha elaborado un Manual de Prevención y Respuesta ante Delito para mitigar las posibilidades de que un empleado pueda cometer un delito del que se deriven responsabilidades penales para las personas jurídicas.
Acciona aprobó en 2011 una nueva edición del código, original de 2007 para ampliar su ámbito de aplicación, las medidas contra el soborno y la corrupción y el apartado de relaciones con proveedores, contratistas y colaboradores. Un año antes, el consejo dio luz verde a un Reglamento del Sistema de Prevención y Detección de Hechos Delictivos para recoger la modificación del Código Penal.
Red Eléctrica aprobará en breve la revisión de su código ético de 2007, actualizando los contenidos como consecuencia de los cambios legales, recomendaciones de expertos y aportaciones de los empleados.
Entre los puntos a reforzar, figura el apartado Integridad, responsabilidad y transparencia, incluyendo la no realización de ningún tipo de actuación contable que busque encubrir operaciones o información financiera relevante, así como dos nuevas pautas de comportamiento sobre donaciones a organizaciones benéficas, patrocinios y colaboraciones y a la relación con los lobbies, y se enfatizan aspectos como contribuciones a organizaciones políticas, blanqueo de capitales y paraísos fiscales.
La herramienta más nombrada en estos documentos son los comités y comisiones éticas, órganos creados específicamente para resolver dudas sobre la interpretación del código, y que se encargan de su aplicación y de revisarlo y actualizarlo periódicamente. Pero algunas compañías han dado un paso más, reforzando este proceso.
Iberdrola reformó en 2011 el código ético, vigente desde 2002, para mejorarlo y crear sendos buzones éticos, en los que empleados y accionistas pueden denunciar confidencialmente conductas anómalas.

Valoración: Esta serie de reformas están realizadas con una buena base ya que buscan mejorar la ética dentro de las empresas y de esta manera mejorar su imagen, pero en mi opinión todos estos movimientos están llevados a cabo por diferentes intereses por parte de las empresas.

No hay comentarios: