28 abr 2010

Boada pide a los empresarios actitud ética ante la corrupción

Boada pide a los empresarios actitud ética ante la corrupción

El Círculo de Empresarios está alarmado por el daño que están haciendo a la imagen social de los empleadores y emprendedores los frecuentes casos de corrupción, particularmente urbanística, que salpican España, y en los que siempre hay involucrado uno, o varios, miembros de este colectivo.
Se está produciendo “una erosión de la imagen pública del empresario, ligada a determinados supuestos de éxito. Es el caso de los escándalos de corrupción urbanística, en los que se han visto envueltos [algunos miembros de este colectivo social], y que, probablemente, han merecido excesiva atención por parte de los medios de comunicación a lo largo de los últimos años, etapa caracterizada por el boom inmobiliario”. Ésta es la reflexión, un tanto inédita y con un cierto contenido de autocrítica, que hace la institución que preside Claudio Boada en su último documento, que versa sobre la prioridad ante la crisis económica, y se titula El empresario como soporte esencial para la creación de empleo. El documento se produce en medio de la ola de casos de corrupción que están salpicando la geografía española y que está afectando, fundamentalmente, a la clase política y sus relaciones con los empresarios. Por el ejemplo, el Caso Gürtel, sobre la presunta financiación irregular del Partido Popular, o la corrupción descubierta cuando su dirigente Jaume Matas gobernaba en Islas Baleares, o los últimos asuntos detectados en Cataluña que salpican al Partido Socialista como en San Andreu y Badalona. Bien es verdad que, en realidad, en estos momentos, la corrupción política y su conexión empresarial se esparce por toda España. Unas veces por el enriquecimiento personal; otras, por la financiación irregular de los partidos políticos, o por ambas circunstancias al mismo tiempo. El trabajo del Círculo de Empresarios añade que en los casos de corrupción, “con especial carga mediática, es fácil que se confunda la falta de ética personal de determinados individuos con la actividad general que desarrollan y, por tanto, se puede pensar que representan a la totalidad de los empresarios”. “Sin duda, existen personas con pocos escrúpulos que, escudadas detrás de una actividad empresarial, llevan a cabo esas actividades ilícitas o moralmente reprobables”. El Círculo de Empresarios puntualiza que “ésa no es una característica definitoria” de este sector de la sociedad, aunque “otra cuestión es que, debido a su importante función social, el ejercicio ejemplar de su actividad tiene, si cabe, mayor importancia y por tanto, la sociedad debe exigirlo incluso en mayor medida”. Por todas estas razones, y en consecuencia, el Círculo de Empresarios “hace un llamamiento” a este sector económico para que guarde “la necesaria transparencia y el rechazo total de los comportamientos no alineados con los valores éticos fundamentales”. La institución muestra su “convencimiento de que la gran mayoría de los empresarios actúa conforme a lo que le es exigible: un comportamiento profesional ejemplar para quienes trabajan con ellos y para el conjunto de la sociedad”. “No somos los únicos culpables de la crisis” La queja del Círculo de Empresarios sobre el perjuicio en la imagen social de este colectivo no sólo se extiende a los casos de corrupción. En su documento, la institución también lamenta que con frecuencia, “en actitudes y declaraciones hostiles de distintos agentes”, se considera a los empresarios como los únicos culpables de la crisis. “Es injusto y peligroso considerar la crítica coyuntura actual que vive España como resultado exclusivo de las decisiones y acciones de los empresarios, cuando en realidad están viviendo los efectos de la crisis en primera persona”. Un ejemplo de ello sería el impacto social de la crisis empresarial de Gerardo Díaz Ferrán, presidente de CEOE.
"La difusión de los casos de corrupción confunde casos individuales con el empresariado"
COMENTARIO
Estoy totalmente de acuerdo con la opinión de Boada. Pienso que con los últimos casos descubiertos de corrupción, como por ejemplo el caso Gürtel, el de Badalona, que relacionan a políticos con algunos empresarios, unido al tirón mediático que ha tenido la noticia, se ha podido dejar una imagen negativa generalizada de todos los empresarios.
Creo que es conveniente diferenciar a aquellos que mantienen un comportamiento ético y moral llevado en la actividad de su empresa, de aquellos que ejercen actividades ilícitas y reprochables moralmente.
Como bien sabemos no se debe generalizar, y más aún cuando no se dispone de la información necesaria para verificar esas afirmaciones. Los buenos empresarios y emprendedores se merecen que les dejemos ejercer su profesión tranquilos y un voto de confianza para que estas generalizaciones no les afectan en absoluto.
VICTOR ALCÁZAR MUÑOZ 5ºA LADEM

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