30 mar 2012

“Fomentar los valores, el buen humor y el trato humano redunda en los beneficios económicos de una empresa”

El profesor de la Universidad de Navarra Tomás Trigo
afirma que “ética y beneficios no son incompatibles”
Cuando una empresa no se preocupa por sus empleados y busca sólo el beneficio
inmediato, los profesionales no están a gusto y eso revierte en una peor
calidad del producto o del servicio. Por el contrario, pensar a largo plazo,
atraer personas con valores y fomentar el buen humor redunda positivamente en
los retornos económicos. Ética y beneficios no son incompatibles”. Así lo
afirma Tomás Trigo, profesor de la de Facultad de Teología de la Universidad de Navarra y autor del libro Trabajar con buen humor. En la empresa y siempre, escrito en colaboración con Salvatore Moccia, profesor de la Universidad
Cardenal Herrera.
En la obra, los autores plantean una serie de medidas para lograr una “empresa
feliz”, según explica Tomás Trigo: “Lo primero son los valores de las personas,
que llevan a la amistad laboral. Después hace falta el compromiso de la
compañía para que se vivan los valores. Eso genera en los profesionales ilusión
por el trabajo y confianza para sugerir mejoras. Ante todo, la finalidad de la
empresa debe ser el bien común. No puede tratar a sus profesionales como
elementos de una máquina que produce dinero”.
“Si esto está presente desde los principios fundacionales, el proceso es más fácil. Pero incluso
cuando una organización funciona mal, puede cambiar”, afirma este profesor de
la Facultad de Teología. Como ejemplo, menciona el caso de un directivo de
aerolíneas europeas que está estudiando cómo aplicar a su compañía el modelo de
estos especialistas que se basa, sobre todo, en cambios personales.


COMENTARIO PERSONAL:


Muchos empresarios nos han mostrado su deseo de que sus empleados y directivos tengan
una formación en valores, no sólo académica. Los títulos son muy importantes,
pero la competencia profesional sin honradez puede hundir a una firma. De
hecho, constituye un factor prioritario en los procesos de selección, porque
las empresas se están dando cuenta de que lo más importante son las cualidades
éticas de sus miembros.
En ese sentido las características clave de un buen confianza, visión positiva,
comprensión, prudencia, iniciativa, honestidad, justicia, humildad, sentido del
humor y amistad laboral.

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